VIERNES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Aterrizamos puntuales y nos dirigimos a tramitar el visado. Hay unas garitas de la policía y hay que dirigirse a la primera (la que tiene el cartel a color).
El visado cuesta 35 dólares por persona, por lo que es necesario llevar esta moneda para pagar el visado de entrada y salida.
Aterrizamos puntuales y nos dirigimos a tramitar el visado. Hay unas garitas de la policía y hay que dirigirse a la primera (la que tiene el cartel a color).
El visado cuesta 35 dólares por persona, por lo que es necesario llevar esta moneda para pagar el visado de entrada y salida.
Recogimos nuestras maletas y pasamos por la aduana sin contratiempos.
Se abrieron las puertas del aeropuerto y el calor y la humedad nos dieron la bienvenida.
Allí nos esperaba el chófer de nuestros amigos y en una hora estábamos en casa.
El tráfico de esta ciudad es una locura, miles de motos, miles de coches y cientos de camiones aparentemente sin reglas de circulación.
El viaje ha sido entretenido, Es una ciudad grande tiene mucha contaminación y es ruidosa por los tubos de escape de las motos. No hay ruidos de claxon como en otras ciudades asiáticas, y eso se agradece.
Hemos llegado a la pedazo de casa de nuestros amigos y tras una buena ducha, y una buena cena de nasi goren (brochetas de pollo con salsa de cacahuetes y arroz) hemos dormido como angelitos.
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