Indonesia con niños

MIÉRCOLES 17 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Hoy hemos cogido una excursión en barca que te lleva a las otras dos islas que son Gili Meno y Gili Air y por el camino hacen paradas para poder hacer snorkel. Los niños van equipados con chalecos salvavidas.
Un consejo si vais a hacer algo así,  asegurados que en la barca no va mucha gente,  nosotros vamos como sardinas en un cayuco y la barca mueve como un columpio.

La brisa es fresca y el mar brillante.  Después de ver un poco más de cerca las otras islas he alucinado con ellas,  no están tan masificadas como Trawangan,  las pequeñas Meno y Air si son auténticos paraísos de paz.
A los niños también les ha gustado más estas dos islas, quiza con 25 años prefieran la fiesta de GTrawangan,  pero de momento prefieren la tranquilidad y los paisajes bonitos.

Los chicos se han tirado al mar varias veces y han visto más tortugas,  pececitos y arrecifes.
Aquí es fácil ver esto,  en cualquiera de las tres islas,  en casi cualquier playa puedes encontrarlo.

Hemos comido en Gili Air, en el hotel Caballito de mar, que es una buena opción para alojarse en Air.

Esto es muy bonito,  pero me huelo que al paraíso le queda poco tiempo siendo tan bucólico. GTrawangan ha perdido el encanto,  el progreso la esta ensuciando,  en cada solar hay un minivertedero, (no tienen dónde echar los escombros). La parte trasera de la isla está más desierta y  más  limpia... quién sabe por cuanto tiempo.

Por la tarde los chicos han al alquilado unas bicis con la intención de dar la vuelta a la isla.  Una vez sales de la zona turística encuentras las playas desiertas, por la parte norte no es posible  pasar con la bici a no ser que la arrastres durante 30 minutos por la arena, tenerlo en cuenta si vais con niños.

Pues la noche hemos cenado en un restaurante italiano y los ninos se ha tomado de postre los famosos helados de gili, los Gili Gelato, deliciosos, con poca grasa y totalmente seguros.

La anécdota del día ha sido un apagón general,  recordar que es un sitio remoto. .. Los mas afortunados  lo han solventado encendiendo los transformadores,  nosotros,  con una lamparita de  aceite.